La increíble historia del niño coreano que encontró un nuevo hogar en Colombia
Durante la Guerra de Corea, un pequeño fue rescatado por soldados colombianos y llevado en secreto a América Latina. Años después, sería conocido como Carlos Arturo Gallón, un símbolo de unión entre dos culturas marcadas por la guerra y la esperanza.
Un hallazgo inesperado
Colombia envió cerca de 5.000 soldados a Corea en 1951. Fue allí donde el capitán Aureliano Gallón encontró a un niño abandonado buscando comida. En un acto de humanidad, lo llevó consigo a Colombia oculto en una bolsa de campaña. Así comenzó la historia de Carlos Arturo Gallón, antes conocido como Yung Ucheol.
Una nueva vida en Antioquia
Ya en Colombia, el niño creció adoptado por el capitán Gallón. La adaptación fue dura, pero poco a poco logró integrarse, vivir una infancia más estable y formar una familia. Su historia fue documentada por el escritor Andrés Sanín en el libro “El niño de la tula”.
Silencio, identidad y legado
Por muchos años, Carlos mantuvo su origen en secreto. Con el tiempo, su historia se volvió pública, y hoy es reconocida en colegios y comunidades como un testimonio de superación y conexión cultural entre Corea y Colombia.
Un símbolo de resiliencia
Su vida representa el valor de la empatía en tiempos de guerra. Pasó de sobrevivir entre escombros a ser parte de una familia que lo acogió con amor y respeto, dejando una huella imborrable en la historia de Colombia.
Preguntas frecuentes (FAQ)
- ¿Quién fue Carlos Arturo Gallón?
Un niño coreano adoptado por un soldado colombiano tras la Guerra de Corea. - ¿Cómo llegó a Colombia?
Fue llevado oculto en una bolsa por el capitán Aureliano Gallón en 1951. - ¿Cuál era su nombre original?
Se cree que su nombre era Yung Ucheol. - ¿Dónde vivió en Colombia?
En Antioquia, donde creció con su familia adoptiva. - ¿Qué libro narra su historia?
“El niño de la tula”, escrito por Andrés Sanín.